Tips para preparar un dormitorio de bebé

Cuando llega un nuevo integrante a la familia hay mucho que preparar. A pesar de ser tan chiquitos los bebés necesitan mucho lugar. Hoy en día, al ser más accesibles los juguetes que hace un par de décadas, solemos llenar la habitación de peluches y muñecos, sumados a su cuna, camita, andador, baby silla, cambiador, sillita de comer, baby jumping…

Que no nos pase que después de ubicar todo esto en el dormitorio nos terminemos preguntando:  ¿dónde ponemos al bebé?.

Entonces, ¿qué debemos tener en cuenta cuando preparamos el dormitorio de un bebé? En primer lugar, hay que pensar que todo debe ser de fácil limpieza. Por lo tanto, no es recomendable llenar la habitación de pequeños adornos y muebles con molduras que hagan fácil la acumulación de polvo.

En segundo lugar, desde sus primeros días un bebé necesita ser estimulado. Los colores y la luz natural son muy importantes. Para decorarlo se pueden utilizar sencillos patrones en vinilo autoadhesivo en tonos contrastantes, que les llaman mucho la atención. Pegados en la pared y hasta en el techo, no son sólo un elemento estético, sino que servirá también para incentivar su contacto con el mundo exterior.

Otro punto a tener en cuenta dentro de las posibilidades es el espacio. A veces es mejor dejarle la habitación más grande para ellos, porque un bebé, luego niño, necesita espacio para jugar, para poder desplazarse y relacionarse con su entorno. Cuanto más limpia de obstáculos esté su habitación, tanto mejor.

Finalmente, es necesario pensar en la funcionalidad del mobiliario: todo nos debe quedar cómodo y a mano. No sólo debe ser lindo, sino que debe ser práctico. Los muebles con más de una aplicación, como la cuna con cajonera que luego se convierte en cama, son los mejores para el cuarto de un bebé.  No sólo acompañan su desarrollo, sino que ahorran dinero y espacio. Muy buenos motivos para tenerlos en cuenta.