Entrevista a Roberto Ibarra

Para esta edición, entrevistamos a Roberto Ibarra, carpintero, director de Madiba, fábrica de muebles.
Con él estuvimos conversando sobre su visión del mercado, los clientes, y la filosofía de trabajo.

¿Cómo es tu acercamiento a la carpintería? ¿Por qué te dedicaste a esto?

En 1966, mi padre Roberto Ibarra, de profesión carpintero, arrancó con una mini empresa en el garaje de la casa. Teniendo 7 años ya empecé entre el estudio y la inevitable influencia de la madera a absorber el oficio. Luego continué todos los estudios del ramo existentes, de carpintería común, carpintería de rivera (barcos) y capacitación como encargado de fábrica, todos en UTU.

Tenés una fábrica de muebles, ¿a qué rama de la carpintería se dedican específicamente?

Desde los comienzos nos dedicábamos a todo lo que respecta a la madera, desde hace 12 años aprox. estamos especializados en la fabricación de muebles interiores en placa, tanto melamínico como laminado natural lustrado.
El producto que logramos no sufre alteración ninguna con el paso del tiempo ni las agresiones de la calefacción en los hogares. Los productos de madera maciza no son recomendables para los habientes calefaccionados, se deterioran.

Nos comentabas que en un momento de tu vida estuviste trabajando en el exterior, ¿cuáles son las diferencias más notorias entre el trabajo en el exterior y eltrabajo en Uruguay?

Trabajé varios años en Europa y EEUU, hace 20 años las exigencias de aquellos clientes me parecían enormes y eso me tecnificó mucho en el rubro y trato con el cliente. En estos últimos años nuestra clientela se ha también vuelto más exigente, ya que tiene más acceso a ver cosas interesantes y de buena terminación, por lo que mi experiencia anterior en el exterior me ha ayudado mucho.
Así que por ahora la única diferencia es que un mismo mueble de calidad en el exterior se paga más del doble que en Uruguay.
 

¿Cómo definirías al cliente uruguayo? ¿Crees que está cambiando?

Resumiendo el cliente Uruguayo está teniendo más poder adquisitivo y teniendo más acceso a ver y distinguir las calidades de los muebles y la decoración, eso lo vuelve más exigente. Para nosotros que nos dedicamos a hacer muebles de calidad nos favorece, ya que nos es más fácil satisfacerlo.

Supongo que en estos años has trabajado con muchos diseñadores de interiores y arquitectos, ¿qué ventajas tiene el trabajo con ellos?

Los clientes llegan a nuestra fábrica con una descripción general de lo que necesitan, luego nos lleva un buen tiempo de intercambios de ideas, hasta llegar al primer paso de un proyecto, que es el diseño. Cuando un diseñador o arquitecto nos contacta ya tiene el diseño hablado y estudiado y solo intercambiamos la terminación que él necesita. Ellos están siempre actualizándose en el diseño, luego nosotros tenemos que reflejar lo que ellos crearon y eso también nos ayuda a crecer y siempre mejorar.

En esta imagen se ve el renderizado del proyecto, y más abajo el mueble terminado.

¿Hay algún proyecto que recuerdes específicamente, por la complejidad técnica, por lo bien que quedó, por lo inusual que fuera?

 He realizado miles de proyectos y aunque se hable de estandarización, “todos” son únicos. En Alemania realicé una cruz típica Lituana de 8 metros de altura con ornamentos típicos y esculturas en su interior muy complejas. Hace 22 años que está parada en el frente de una universidad. Le realicé a un presidente Uruguayo toda su oficina personal , contemplando exhibición de recordatorios y biblioteca personal. Quedó él muy conforme y realmente asombrado de cómo le cambio la habitación amoblada. Amoblamos el edificio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En resumen, todos son complejos y gracias a nuestra dedicación quedan siempre bien, esa es nuestra meta, el cliente tiene que quedar conforme.

Muchas gracias por tu tiempo!